martes, 5 de julio de 2011

CARTA DE MI AMIGO HORACIO FRITZLER (TESTIMONIO PERSONAL Y SU VERDAD) A CAROLINA.Y AL GRUPO ELA ARGENTINA.


El 20 de junio de 2011 20:48, Horacio Fritzler <horaciofritzler@yahoo.com.ar> escribió:
Hola Carolina.
Antes que nada, un saludo enorme a tu papá. Me estás dando pie para dirigirme por primera vez a este grupo ELA Argentina.
Siendo que mañana 21 de junio es el día de la lucha contra la ELA, aprovecho para saludar fraternalmente a todos los eláticos de mi país y del mundo. Son un verdadero ejemplo para la vida. De igual manera un saludo para las familias que acompañan con su amor, y sus cuidados de todo lo que necesitamos.
 
Sinceramente desconozco esta variante de ELA que afecta a tu padre. No obstante ello, el problema está y no cambia en nada del valor de “ decirle la verdad” o no. Evidentemente es el gran tema de discusión en el mundo de la medicina. En ese sentido hay corrientes de pensamiento que se vuelcan por decirle la verdad de entrada al paciente y otras que prefieren llevar esta verdad en el tiempo según conforme avance la enfermedad. Ahora, ¿cuál es la verdad entonces?           
 
Bien sabemos que cada persona es un mundo. Juegan su papel su entorno, sus características personales, etc. Y en función de ello puedo dar mi testimonio personal, que es de alguna manera “mi verdad”. A muchos le puede servir y a otros no.    
Pronto se cumplirán tres años en que se me diagnosticó ELA y cuatro años desde que mi cuerpo empezó a dar señales de la presencia de esta enfermedad. La realidad es que hoy he perdido muchas facultades motrices, casi no puedo caminar, mover los brazos, las manos, los dedos, etc. Mi vida pegó un vuelco de 360°. Aun recuerdo muy nítidamente cuando el neurólogo me diagnosticó “enfermedad de la motoneurona=ELA” después de varios meses de estudios diversos. Hice todo este proceso en la Fleni. No conocía esta enfermedad y el neurólogo tampoco quiso darme mucha información. Por naturaleza tengo un carácter bastante inquieto y “ molesto”, de ir al fondo cuando hay dudas por desconocimiento. Ni bien llego a mi casa ingreso a internet, gugleo ELA y sorpresa: me estrellé contra una pared. Choqué contra la dura realidad de una enfermedad mortal. Tuve unos dos meses de duelo absoluto. Muy interno muy dentro mío. Salvo mi esposa nadie sabía nada. Un fin de año y vacaciones lleno de angustia. Me preocupaba el futuro en toda su dimensión… Pero lentamente empecé a reacomodar el rompecabezas y empecé a aceptar esta enfermedad, como lo que es y mi vida comenzó  a cambiar. Empezaba a sentirme libre y esta libertad me daba la oportunidad de poder comentar a todos el problema de salud que tenía. Y al poco tiempo empecé a sentir y a ver qué con ELA también podemos ser felices. Parece una ironía. Aprendí a vivir el día a día y a sentir que cada día que despierto, Dios me regalaba una nueva mañana y que tenía mucho por hacer, por ejemplo, escribirte estas líneas Carolina. Me dije, no me preocupare más por el mañana y que será lo que tiene que ser. ¿Para qué? En definitiva el futuro no está en nuestras manos y para nadie! Definitivamente me convencí que el presente es lo que vale, ¡y pensar que antes corría tanto por el futuro! Por supuesto que todo es un ejercicio. Casi no tenemos fuerzas, a veces ya ni sabemos de dónde sacarlas… Pero estamos llenos de esperanzas, apostamos por la vida, le damos duro a los tratamientos y damos pelea… Mientras tanto la ciencia sigue investigando y después de todo, los milagros también existen.
Y una última cosa Carolina y a todo este grupo, mis amigos eláticos. Como dije, vamos perdiendo muchas facultades físicas que nos obligan a depender del amor de otros: ¡que lindo es descubrir el afecto, el cariño, la solidaridad, el servicio, del hermano, del amigo, de la familia!!! Pero también nos quedan facultades bellísimas, sino las más importantes en la vida. Son aquellas que tienen que ver con la magnífica creación de Dios: tener la posibilidad de pensar, de ver, de oír, de sentir… Antes no le llevaba el apunte a estas cosas y hoy las valoro infinitamente y doy gracias a Dios por tener tanto y poder apreciar cada minuto de mi vida.
HELP, como todos sabemos en inglés significa, ayuda, SOS, auxilio, etc. Palabras que son muy caras para nuestra situación con esta enfermedad. Dependemos de otros inexorablemente y siempre estamos solicitando ayuda, pero detrás de estas 4 letras conservamos motivos importantes para seguir viviendo:
H: hablar, todavía puedo.
E: escuchar: música, la lluvia, a nuestros hijos, esposos y esposas, el llanto de un bebé, el ladrido de nuestro perro, etc. etc.
L: leer: todo lo que está relacionado con la vista.
P: pensar: disfrutemos de la oportunidad de reflexionar, meditar, de comprender. Pero fundamentalmente enriquecer nuestro espíritu y encontrar la paz interior para otorgarnos la fuerza necesaria para sobrellevar dignamente nuestra dolencia. Y estoy convencido que si logramos mantener al margen nuestro espíritu de nuestro cuerpo enfermo, cosa que no es fácil, nuestro pronóstico de sobrevida seguro se extenderá.
Dios bendiga a todos.
            Horacio Fritzler
            "Lo pasado ha huido, lo que esperas está ausente, pero el presente es tuyo."
 


















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