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¿Qué son las escaras?
Las escaras, llagas o úlceras por contacto resultan de una presión constante que daña la piel y los tejidos debajo de la misma. Las escaras varían en gravedad desde las leves (cuando la piel se enrojece un poco), hasta las severas (úlceras profundas que llegan hasta el músculo y el hueso).
La presión constante en la piel oprime pequeños vasos sanguíneos que proveen a la piel de nutrientes y oxígeno. Cuando la piel no recibe nutrientes y oxígeno por un tiempo, los tejidos se mueren y se forma una úlcera. El enrojecimiento de la piel que desaparece en cuanto se quita la presión es normal.
También existen otros factores. Si una persona se desliza en la cama o en una silla, los vasos sanguíneos se estiran y esto puede causar llagas por contacto. Incluso una breve fricción puede causar leves úlceras.
Las escras se forman en las áreas del cuerpo en donde el hueso presiona fuertemente a la piel y el tejido contra una superficie exterior. Esto puede suceder cuando las partes huesudas (en donde los huesos sobresalen del cuerpo) están en contacto con otras partes del cuerpo, con un colchón o con una silla.
Las personas que deben guardar cama presentan escaras en la parte baja de la espalda debajo de la cintura (el sacro), en el hueso de la cadera (trocánter), y en los talones. Las personas en sillas o sillas de ruedas presentan llagas dependiendo de la posicion en que se sientan. Las escaras por contacto también se pueden presentar en las rodillas, los tobillos, los omóplatos (parte de atrás del hombro), la parte de atrás de la cabeza y la columna vertebral.
Los factores que contribuyen al desarrollo de estas escaras son el estar reducidos a cama o silla, no poderse mover, falta de control de orina o excremento, mala nutrición, o falta de lucidéz mental. Su riesgo de sufrir depende del número y gravedad de los factores que contribuyen a la formación de úlceras.
1. Estar reducida a cama o a silla.
Si debe permanecer en cama, en una silla, o silla de ruedas, su riesgo puede aumentarse.
Si debe permanecer en cama, en una silla, o silla de ruedas, su riesgo puede aumentarse.
2. Falta de actividad.
Si no puede moverse o cambiar de posición sin ayuda, tiene mayor riesgo. Personas en estado de coma, las que están paralizadas, o las que se han fracturado la cadera, tienen mayor riesgo. El riesgo disminuye cuando las personas se pueden mover por si mismas.
Si no puede moverse o cambiar de posición sin ayuda, tiene mayor riesgo. Personas en estado de coma, las que están paralizadas, o las que se han fracturado la cadera, tienen mayor riesgo. El riesgo disminuye cuando las personas se pueden mover por si mismas.
3. Falta de control de orina o excremento.
Hay mayor riesgo de padecer escaras por contacto si no puede mantener la piel limpia de orina, excremento o sudor, ya que la humedad puede irritar la piel.
Hay mayor riesgo de padecer escaras por contacto si no puede mantener la piel limpia de orina, excremento o sudor, ya que la humedad puede irritar la piel.
4. Mala nutrición.
Si no puede mantener una alimentación adecuada, la piel no recibirá los nutrientes necesarios para mantenerse sana.
Si no puede mantener una alimentación adecuada, la piel no recibirá los nutrientes necesarios para mantenerse sana.
5. Falta de lucidéz mental.
Cuando las capacidades mentales disminuyen, la persona no puede hacer lo necesario para evitar las llagas.
Cuando las capacidades mentales disminuyen, la persona no puede hacer lo necesario para evitar las llagas.
El cuidado de la piel
Se debe revisar la piel por lo menos una vez al día. Preste especial atención a cualquier área que permanezca enrojecida después de cambiar de posición.
Debe limpiarse la piel tan pronto se ensucie. Limpiar la piel con un trapo o esponja suave reduce la posibilidad de lastimarla.
Dése un baño cuando sea necesario por razones de higiene o para ayudarlo a sentirse más cómodo. Si prefiere o necesita un baño o ducha diario, debe tomar más precauciones para reducir la irritación y resequedad de la piel. Use agua tibia (no caliente) y un jabón suave.
Para prevenir la resequedad de la piel:
- Use cremas o aceites
- Evite el aire frío o seco.
Evite que la humedad de la orina, el excremento, el sudor o la supuración (pus) de una herida esté en contacto con la piel. Frecuentemente se puede dar tratamiento para la incontinencia urinaria.
Cuando la humedad no se puede controlar:
- Se deben usar toallas sanitarias o prendas interiores que absorban la orina y cuya superficie se seque rápidamente para que la humedad no esté en contacto directo con la piel del paciente.
- También puede ser útil usar un ungüento o una crema que proteja a la piel de la orina, el excremento o la supuración (pus) de una lesión.
Evite masajes de la piel en las partes huesudas de su cuerpo (en donde sobresalgan los huesos).
Limite la presión en las partes del cuerpo en donde sobresalgan los huesos. Esto lo puede lograr cambiando de posición.
- Si está en cama, debe cambiar de posición por lo menos cada 2 horas.
- Si esta en una silla, debe cambiar de posición por lo menos cada hora. (Si usted mismo puede cambiar su posición, hágalo cada 15 minutos).
Reduzca la fricción asegurándose que cuando lo cambien de posición lo levanten, en vez de que lo halen. La fricción puede desprender la capa exterior de la piel y dañar los vasos sanguíneos debajo de esta. Existen aparatos especiales que se pueden colocar encima de la cama de hospital para hacer más fácil el cambiarlo de posición. Las enfermeras u otras personas que le ayuden a cambiar de posición, pueden usar sábanas o aparatos especiales para levantarlo. Para evitar el daño a la piel por la fricción, también pueden cubrir su piel con maizena ("corn starch").
Evite sentarse en cojines en forma de anillo. Estos cojines pueden aumentar su riesgo de desarrollar llagas porque reducen el flujo de la sangre y pueden hacer que se inflamen los tejidos.
- Existen colchones (camas) especiales rellenos de espuma, aire, gelatina o agua que ayudan a prevenir las llagas por contacto. El costo y eficacia de estos productos varía, así es que es importante que hable con su doctor o enfermera para que le recomienden el colchón más apropriado para usted.
- La cabecera de la cama debe elevarse muy poco y por corto tiempo, si es necesario debido a su condición de salud y otras restricciones. Cuando la cabecera se eleva más de 30 grados, usted se puede deslizar hacia abajo, dañando a la piel y a los pequeños vasos sanguíneos.
- Debe usar almohadas o cojines en forma de cuña para evitar que se rocen sus rodillas y sus tobillos.
- Cuando se acueste de lado, evite apoyarse directamente sobre el hueso de la cadera. También debe tratar de acostarse en una posición en la que el peso y la presión se distribuyan en todo el cuerpo. Las almohadas pueden facilitar esto.
- Si está totalmente inmóvil, le pueden colocar almohadas bajo sus piernas, de la mitad de la pantorrilla hasta el tobillo. Esto ayuda a evitar que los talones toquen la cama. Que nunca le coloquen almohadas detrás de las rodillas.
- Para aliviar la presión, debe usar cojines rellenos de espuma, gelatina o aire. Pregúntele a su médico o enfermera cuáles son los apropriados para usted. Evite sentarse en cojines en forma de anillo.
- No permanezca sentado sin cambiar, o que le cambien, de posición.
- Es importante que se sienta cómodo y mantenga una buena postura.
Una buena alimentación
Las proteínas y calorías son muy importantes para mantener una buena alimentación y reducir la probabilidad de que desarrolle llagas por contacto.
Si no puede comer una dieta normal, hable con su médico sobre suplementos nutritivos que pudieran ser indicados en su caso.
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